miércoles, 7 de noviembre de 2012

Del Whatsapp y otros Demonios II




Hola yonkis del whatsapp, porque queráis o no voy a seguir hablando de la aplicación del bocadillo verde y el teléfono blanco. Seguro que esperabais que hablase de temas tan importantes como los siguientes:

La reelección de Barack Obama

El titular lo dice todo, pero para mayor información os remito al twitter de Eva Longoria, y como latinos que somos, pues compartamos con ella su felicidad absoluta por dicho suceso. Eso sí, Gabrielle Solís hubiese sido votante de Romney, seguro.

La constitucionalidad del matrimonio homosexual

Pensé muy mucho en hablar de ello pero finalmente decidí no hacerlo ya que me consta que el Obispo de Alcalá de Henares es fiel lector de este blog y no quiero que le dé un jamacuco y se quede monguer por mi culpa. Que se busquen a otra ... y que olviden mi nombre ... para siempre ... 

Las esperadas fotos de la boda de Julio José y Charisse

La verdad es que como yo no las esperaba pues he pasado totalmente de hablar de esta súper noticia. Lo único que espero yo relacionado con esta familia es, a parte del día en el que pueda conocer a Tamara en persona y le rinda mis honores como gran admiradora que soy de su persona y su estilo de vida, también espero el día en el que los señores de Ferrero Rocher devuelvan a Isabel Preysler a su anuncio. Y me diga “ta acuerdas”, porque sino, no ma acuerdo, no. Si Judith Mascó no me lo recuerda, como quieren los señores de los bombones que me acuerde. Que vuelva Isabel ya.

Y de una Isabel a otra Isabel, la mía, la Panto, que ha sido abuela de un Paquirrintintín fruto de aquel día en que Jessica Bueno se quitó el top y algo más y su Francisco puso la semillita en mamá.  Vamos que se lo quito . No me extenderé más en este tema, porque me duele que la Panto sea una presunta abuela presa. Me duele en el alma, el mismo que se me enamora, cada vez que te veo rondar mi calle. El fuego está encendido… La leña arde … ardeeeee…

Lo siento, me ha poseído la coplera que llevo dentro, y que seguramente seré en otra vida, ya que en esta estoy sentando las bases, que no es cuestión de empezar la casa por el tejado.

Paso ya, a cumplir la promesa que os hice la semana pasada de volver a contaros más cositas sobre el Whatsapp, en concreto esas cositas que no se deberían hacer, y que se hacen, y mucho.

La primera de ellas, no por ello la más importante, pero si una muy habitual, y muy, muy, muy maleducada, es la de enviar whatsapp a alguien que tenemos delante. No, esto no es mal educado, esto es de ser borderline total, lo mal educado del tema viene porque seguramente que ese whatsapp vaya cargadito de críticas hacia otra persona que seguramente también está con nosotros. Y eso no está bien. Se está perdiendo el arte de criticar, de criticar con las miradas. Que es un arte precioso. Y del que solo unos pocos privilegiados podemos disfrutar. Ahora bien, si la cosa se complica, se es un poco mal educada, y le damos al whatsappeo, rápido, fácil y seguro. Nos curamos en salud, que no están los medicamentos ahora como para abusar.

La segunda práctica, muy extendida entre la sociedad autóctona, que es con la que yo me muevo, es la de dedicarnos a leer los mensajes previos. Y esto es un grave error, porque te tiras horas y horas dando al botón de cargar mensajes previos, y te carga cuatro mensajitos, cuando la conversación tiene 258, y entonces te das cuenta de que la vida es eso que pasa mientras tu lees una conversación absurda que no te está aportando nada. Y es entonces cuando te das cuenta de: a)lo triste que es tu vida, b)lo mucho que te aburres, por lo tanto lo triste que es tu vida, c)no te está aportando nada leer esos mensajes y sigues cargando mensajes anteriores como si no hubiera mañana, por lo tanto que triste que es tu vida, d)todas las anteriores son correctas.

WhatsappConsejo: Borrar las conversaciones y así por mucho que cargues los mensajes anteriores pues no podrás porque entre otras cosas, no habrá. Fácil y sencillo. No me deis las gracias, solo quiero haceros la vida un poco más fácil. Soy así de generosa.

La tercera práctica, más extendida aún, es la de chatear con varias personas a la vez, manteniendo conversaciones súper interesantes y profundas con todas ellas, desde el bosón de Giggs hasta el primer libro de Jorge Javier Vázquez que sale a la venta mañana día 8. Relevancia ante todo. Y es entonces, cuando tú te encuentras en esa vorágine de diez conversaciones abiertas, cuando en la ventanita en la que habías puesto que no ibas a salir porque estás malísima con fiebre, se te cuela un te recojo a las ocho, que estoy harta de estar en casa, y le das a enviar tan alegremente. Y es entonces cuando la has cagado pero bien. Y esa sonrisa de la cara se te quita porque ahora aparece la cara de cagarla, sin parpadear y tragando, seguido de suspiros y de la que he liado, la que he liado. Y se lo cuentas a los demás.  No, no pienses en las veces que te ha pasado, que seguro que más de una sí, hay que apechugar y tirar para delante. Un error lo tiene cualquiera. Incluso yo los tengo, así que no sufráis. Los caminos del Señor son inescrutables. Sí, ya sé que esta frase aquí no tiene mucho sentido, pero la quería usar, y como es mi post…

La cuarta, y sonora, es la práctica que realizan aquellas personas que para enviar un whatsapp de cinco líneas, cada vez que escribe una línea da a intro y te lo envía por fascículos. Os lo ilustro:

Conversación basada en hechos reales

Rocío: Lo siento mi amor INTRO Piribi
Rocío: Pero hoy te lo voy a decir INTRO Piribi
Rocío: Aunque pueda faltarme el valor INTRO Piribi
Rocío: Al hablarte a la cara INTRO Piribi
Rocío: Lo siento mi amor INTRO Piribi

Y Rocío creó la Décima Sinfonía…

WhatsappConsejo: es mucho más fácil, el mensaje es el mismo, las molestias menos, si el mensaje lo enviamos de la siguiente forma:

Rocío: Lo siento mi amor, pero hoy te lo voy a decir, aunque pueda faltarme el valor al hablarte a la cara… lo siento mi amor…

Llegados a este punto, sé que muchos estáis pensando que la reina de esta práctica es servidora. Bien, una vez más estáis en lo cierto, pero no es mi culpa, es de mi bluberry, que me ha provocado un tic en el dedo gordo –no sé cuál es su nombre científico- y marco el compás de mi conversación dando al intro. Una que lleva el ritmo en las venas. Una, que fue a clase de música con Doña Pilar y la tengo grabada a fuego marcándome el compás con un lápiz sobre la mesa, mientras de mi flauta dulce honner salían melodías –no me atrevo a concretar que tipo de melodías-, diversas.

La siguiente práctica, que todos practicáis seguro, es la de mandar gilifotos. Y paso a definir gilifotos como aquellas fotos que no nos aportan nada… nada más que mierda en nuestra galería de imágenes. Y entonces llega un día en el que abres tu galería de imágenes, buscando tu posado a lo Obregón en el Río Alberche –las comparaciones son odiosas, pero como Ana no me lee, pues no lo va a pasar mal-, y solo encuentras fotos de comidas, paisajes, lugares extraños, ropa, fe@s y cosas absurdas que alguien algún día te envío y que tu whatsapp inteligente en ocasiones, retra en otras, guardo para ti... con amor. Para que un día, futurible, las vieras y pensarás ¿Qué narices es esto? Y yo misma me contesto, esto son las tonterías que me mandan mis amig@s y familiares, que no son fotos de la Partícula de Dios, o de cómo evoluciona el IBEX 35. Noooooooo, es lo que fulanita ha comido esta mañana, donde está menganito esperando a que le vengan a recoger, la cama donde va a dormir… Cosas de vital importancia. Documentos gráficos totalmente necesarios para la supervivencia de la especie. 

Eso sí… desde aquí os pido, que no me las dejéis de enviar… A veces las mentes privilegiadas necesitamos vivir en el mundo real y vosotr@s a través de vuestras capturas me transportáis a él. Gracias. Y otra cosa, no me enviéis más al chupacabras, que ya lo tengo.

Y para terminar... mi práctica más odiada -redoble de tambores-: Las cadenas. Ñadjfñkadjfòqjerdgfjñadskf. Una vez transcrito mi odio con palabras que puedan pasar el horario infantil, paso a implorar que no me enviéis más cadenas. Ya sé que no es broma, que es un hecho real, y que si no lo envío a 15 personas, me ira mal en el amor, en la vida, en la salud, en el trabajo –que pena, en esto no me puede ir mal, porque no tengo-, moriré joven y todas esas cosas que pone en las cadenas… Así que como ya lo sé, que me pueden pasar todas esas cosas, no hace falta que me las enviéis, yo vivo la vida al límite. Soy una arriesgada. Paso de las cadenas. Soy una leona. 

Y termino por hoy…

Os espero la semana que viene, en el mismo sitio, no sé si a la misma hora, pero si estaré pensando en la misma persona…

Brindemos …

Chin, chin 



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